lunes, 13 de octubre de 2014

Poesía Lírica



La poesía lírica es la forma poética que expresa tradicionalmente un sentimiento intenso o una profunda reflexión, ambas ideas como manifestaciones de la experiencia del yo. Para los griegos antiguos la lira era un instrumento musical creado por Hermes o Polimnia y de cuya ejecución, entre otros, se encargaba Erato, la musa griega de la poesía. Aristóteles, en su poética (ca. 330 a. C.), hace mención a la poesía lírica junto a la dramática, la epopeya, la danza y la pintura como otras formas de mimesis. El adjetivo «lírico» aparece por primera vez en el siglo XV, haciendo mención a la poesía griega antigua que era cantada y distinguida de esta manera de la poesía dramática o narrativa (épica) y en el siglo XVI se define más como una forma de expresión más subjetiva, que concierne principalmente al dominio de los sentimientos privados.


Características de la poesía lírica.



El autor transmite un determinado estado de ánimo, es decir, la poesía lírica se suele caracterizar por la introspección y la expresión de los sentimientos. 
Un poema no narra una historia propiamente dicha, en él no se desarrolla una acción, sino que el poeta expresa, de manera inmediata y directa, una emoción determinada. 
La poesía lírica exige un esfuerzo de interpretación al lector, que debe estar, cuando menos, algo habituado a esta forma de expresión literaria. 
Suele haber una gran acumulación de imágenes y elementos con valor simbólico. 
La mayoría de los poemas líricos se caracterizan por su brevedad: no es frecuente que sobrepasen los cien versos. Debido a esa brevedad, hallamos una mayor concentración y densidad que en el resto de géneros literarios. 
Un poema es la expresión directa del sentimiento del poeta al lector; esto es, debe ser considerado una especie de confidencia hecha a solas. 
La poesía lírica, al ser eminentemente subjetiva y estar expresada, con gran frecuencia, en primera persona, se convierte, así, en un relato autobiográfico, aunque no hemos de confundir el yo del poema con el autor que hay detrás, ya que puede estar expresando unos sentimientos que no siente en realidad, con lo que el poema no sería más que un ejercicio estético. 
Los poemas suelen ajustarse a unas normas formales que los caracterizan: versos, estrofas, ritmo, rima, englobadas todas ellas bajo la denominación de métrica. Además, con el fin de lograr un discurso lo más bello posible, o una critica a la sociedad, los autores se valen de los recursos literarios o estilísticos. 
La unión de la temática sentimental, la métrica, la depuración lingüística y los recursos literarios recibe el nombre de poética. Así, la poética de un autor o de un movimiento literario concreto será el conjunto de rasgos que los caracterizan e individualizan frente a otros autores o movimientos literarios, respectivamente. 
Mucha de la poesía lírica no busca inmortalizar la elegancia de la palabra a través del escrito, sino más bien, destacar en palabras sencillas el cuerpo, mente y alma del relato (La Circunstancia, El Mensaje y El Sentimiento), es decir su esencia. 






Referencias.

"poesía lírica", [en linea], lugar de publicación desconocido, editor desconocido, fecha de publicación desconocido, [citado:11/10/2014], formato html, disponible en internet:http://www.poemas-del-alma.com/blog/taller/poesia-lirica

    Obras y autores de la poesía lírica



    SONETO XXIII


    En tanto que de rosa y azucena
    se muestra la color en vuestro gesto,
    y que vuestro mirar ardiente, honesto,
    enciende el corazón y lo refrena;


    y en tanto que el cabello, que en la vena
    del oro se escogió, con vuelo presto,
    por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
    el viento mueve, esparce y desordena;


    coged de vuestra alegre primavera
    el dulce fruto, antes que el tiempo airado
    cubra de nieve la hermosa cumbre.


    Marchitará la rosa el viento helado.
    Todo lo mudará la edad ligera
    por no hacer mudanza su costumbre.


    Garcilaso de la Vega






    ODA I - VIDA RETIRADA


    ¡Qué descansada vida
    la del que huye del mundanal ruïdo,
    y sigue la escondida
    senda, por donde han ido
    los pocos sabios que en el mundo han sido;


    Que no le enturbia el pecho
    de los soberbios grandes el estado,
    ni del dorado techo
    se admira, fabricado
    del sabio Moro, en jaspe sustentado!


    No cura si la fama
    canta con voz su nombre pregonera,
    ni cura si encarama
    la lengua lisonjera
    lo que condena la verdad sincera.


    ¿Qué presta a mi contento
    si soy del vano dedo señalado;
    si, en busca deste viento,
    ando desalentado
    con ansias vivas, con mortal cuidado?


    ¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
    ¡Oh secreto seguro, deleitoso!
    Roto casi el navío,
    a vuestro almo reposo
    huyo de aqueste mar tempestuoso.


    Un no rompido sueño,
    un día puro, alegre, libre quiero;
    no quiero ver el ceño
    vanamente severo
    de a quien la sangre ensalza o el dinero.


    Despiértenme las aves
    con su cantar sabroso no aprendido;
    no los cuidados graves
    de que es siempre seguido
    el que al ajeno arbitrio está atenido.


    Vivir quiero conmigo,
    gozar quiero del bien que debo al cielo,
    a solas, sin testigo,
    libre de amor, de celo,
    de odio, de esperanzas, de recelo.


    Del monte en la ladera,
    por mi mano plantado tengo un huerto,
    que con la primavera
    de bella flor cubierto
    ya muestra en esperanza el fruto cierto.


    Y como codiciosa
    por ver y acrecentar su hermosura,
    desde la cumbre airosa
    una fontana pura
    hasta llegar corriendo se apresura.


    Y luego, sosegada,
    el paso entre los árboles torciendo,
    el suelo de pasada
    de verdura vistiendo
    y con diversas flores va esparciendo.


    El aire del huerto orea
    y ofrece mil olores al sentido;
    los árboles menea
    con un manso ruïdo
    que del oro y del cetro pone olvido.


    Téngase su tesoro
    los que de un falso leño se confían;
    no es mío ver el lloro
    de los que desconfían
    cuando el cierzo y el ábrego porfían.


    La combatida antena
    cruje, y en ciega noche el claro día
    se torna, al cielo suena
    confusa vocería,
    y la mar enriquecen a porfía.


    A mí una pobrecilla
    mesa de amable paz bien abastada
    me basta, y la vajilla,
    de fino oro labrada
    sea de quien la mar no teme airada.


    Y mientras miserable-
    mente se están los otros abrazando
    con sed insacïable
    del peligroso mando,
    tendido yo a la sombra esté cantando.


    A la sombra tendido,
    de hiedra y lauro eterno coronado,
    puesto el atento oído
    al son dulce, acordado,
    del plectro sabiamente meneado.


    Fray Luis de León


    EN LAS MAÑANICAS
    En las mañanitas
    del mes de mayo
    cantan los ruiseñores,
    retumba el campo.






    En las mañanicas,
    como son frescas,
    cubren los ruiseñores
    las alamedas.


    Ríense las fuentes
    tirando perlas
    a las florecillas
    que están más cerca.


    Vístense las plantas
    de varias sedas
    que sacar colores
    poco les cuesta.


    Los campos alegran
    tapetes varios,
    cantan los ruiseñores,
    retumba el campo.


    Lope de Vega.


    A UNA NARIZ

    Érase un hombre a una nariz pegado,
    érase una nariz superlativa,
    érase una nariz sayón y escriba,
    érase un peje espada muy barbado.


    Era un reloj de sol mal encarado,
    érase una alquitara pensativa,
    érase un elefante boca arriba,
    era Ovidio Nasón más narizado.


    Érase un espolón de una galera,
    érase una pirámide de Egipto,
    las doce Tribus de narices era.


    Érase un naricísimo infinito,
    muchísimo nariz, nariz tan fiera
    que en la cara de Anás fuera delito.
    Francisco de Quevedo


    Referencias.

    "Ejemplos de poemas líricos de todas las épocas", [en linea], lugar de publicación desconocido, editor desconocido, fecha de publicación desconocida, [citado: 11/10/2014], formato html, disponible en internet: http://catedu.es/arablogs/blog.php?id_blog=958&id_articulo=35512

    CRÓNICAS DE INDIAS




    Crónica, es el vocablo para denominar el informe del pasado o la anotación de los acontecimientos del presente, fuertemente estructurados por la secuencia temporal. Más que relato o descripción la crónica, en su sentido medieval, es una “lista” organizada sobre las fechas de los acontecimientos que se desean conservar en la memoria.

    Entiéndase mejor genero periodístico y literario con orden temporal.
             




    Las crónicas de Indias son una fuente para conocer no sólo la historia del descubrimiento y conquista de América, así como del desarrollo histórico de los virreinatos de ultramar, sino también del mundo prehispánico. Estas crónicas se inician con el famoso Diario de a bordo de Cristóbal Colón, en el que describe sus primeras impresiones de las Antillas. Estas  descripciones inician una larga serie de crónicas dedicadas a la descripción de múltiples aspectos de la naturaleza y de las culturas americanas, entrelazados con los propios hechos de los españoles en el largo proceso de colonización de los reinos de Indias.



    Hay distintos tipos de cronistas:



    - Militares o testimoniales: Que nos da la perspectiva de militares que fueron testigos presenciales.

                                           


    - Religiosos o historiadores: Narraban acerca del conocimiento de las distinta culturas para evangelizar.




    Indígenas o testimoniales: Que bien eran muy parecidas a las militares pero cambia la perspectiva de los que ganaron a los que fueron derrotados.



    - Peninsulares: Los que nunca fueron testigos de esto pero cuentan las historias de fuentes de segunda mano.



    La publicación de las crónicas fue, en muchos casos, tardía. Muchos autores no alcanzaron a ver sus obras impresas. Aún hoy se siguen publicando obras inéditas, que en su tiempo circulaban en círculos muy reducidos o fueron usadas como fuente por cronistas posteriores.

    Algunos cronistas destacados fueron: Bernal Díaz del Castillo, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Inca Garcilaso de la Vega, Pedro Cieza de León, Hernán Cortés, López de Gómara, Diego Durán, Francisco Ximénez, Fray Toribio de Benavente, Fray Bernardino de Sahagún, Fray Francisco Vásquez. 

    De los cuales hablaremos mas adelante.










    La Prosa Humanista



     El humanismo es el nombre dado al período literario que marca la transición de la medieval a antropocentrismo renacentista teocentrismo. Humanismo en Portugal acuñó dos grandes talentos:Fernão Lopes , iniciador de la historiografía portuguesa, y Gil Vicente , iniciador del teatro portugués.




    El período humanista es un período de transición que significa que hay un abandono gradual de la mentalidad teocéntrica medieval, preparando el movimiento posterior, Clasicismo.Estos grandes cambios de este período, tiene su punto álgido con la aparición de la historiografía, desde la tercera década del siglo.
    Todo porque los autores de los período tendrían que mejorar su escritura, sobre todo la subordinación, y el sistema de puntuación y el léxico que eran precarias para expresar los pensamientos más complejos y necesitan ser adaptado y ampliado. Poco a poco, el lenguaje adquiere la estructura facilitada ya mantenerla al día.




    El humanismo en España tuvo un gran desarrollo y constituye el antecedente más inmediato del Siglo de Oro de su cultura. El humanismo llegó desde Italia coincidiendo con el inicio de la Edad Moderna, aunque algunas de las características del humanismo español pueden rastrearse a lo largo de todo el siglo XV.




    Algunos de los rasgos ideológicos del humanismo son:
    • Estudio filológico de las lenguas e interés por la recuperación de la cultura de la Antigüedad clásica. 
    • Creaciones artísticas basadas en la imitación o mímesis de los maestros de la civilización grecolatina. 
    • El antropocentrismo o consideración de que el hombre es importante, su inteligencia el valor superior, al servicio de la fe que le une con el Creador. 
    • Se restaura la fe en el hombre contemporáneo porque posee valores importantes capaces de superar a los de la Antigüedad Clásica. 
    • Se vuelve a apreciar la fama como virtud de tradición clásica, el esfuerzo en la superación, y el conocimiento de lo sensorial. 
    • La razón humana adquiere valor supremo. 
    • En las artes se valora la actividad intelectual y analítica de conocimiento. 
    • Se ponen de moda las biografías de Plutarco y se proponen como modelos, frente al guerrero medieval, al cortesano y al caballero que combina la espada con la pluma. 
    • Se ve como legítimo el deseo de fama, gloria, prestigio y poder (El príncipe, de Maquiavelo), valores paganos que mejoran al hombre. Se razona el daño del pecado que reducen al hombre al compararlo con Dios y degradan su libertad y sus valores según la moral cristiana y laescolástica. 
    • El comercio no es pecado y el Calvinismo aprecia el éxito económico como señal de que Dios ha bendecido en la tierra a quien trabaja. 
    • El Pacifismo o irenismo: el odio por todo tipo de guerra. 
    • El deseo de la unidad política y religiosa de Europa bajo un solo poder político y un solo poder religioso separado del mismo: se reconoce la necesidad de separar moral y política; autoridad eterna y temporal. 
    • El equilibrio en la expresión, que debe ser clara, y no recargada ni conceptuosa: «El estilo que tengo me es natural y, sin afectación ninguna, escribo como hablo; solamente tengo cuidado de usar vocablos que signifiquen bien lo que quiero decir, y dígolo cuanto más llanamente me es posible porque, a mi parecer, en ninguna lengua está bien la afectación.» (Juan de Valdés). 
    • La idealización y estilización platónica de la realidad. Se pinta la realidad mejor de lo que es, se la ennoblece (nobilitare). 
    • El arte humanista toma la materia popular y la selecciona para transformarla en algo estilizado e idealizado, de la misma manera que la novela pastoril recrea una vida campestre desprovista de las preocupaciones habituales al campesino. En el arte humanista no hay lugar para las manifestaciones vulgares de la plebe que se verán más tarde en el siglo XVII con el Barroco. 
    • El optimismo frente al pesimismo y milenarismo medievales. Existe fe en el hombre: la idea de que merece la pena pelear por la fama y la gloria en este mundo incita a realizar grandes hazañas y emular las del pasado. La fe se desplaza de Dios al hombre. 
    • El retorno a las fuentes primigenias del saber, la lectura de los clásicos en los textos originales y no a través de la opinión que dieron sobre ellos los Santos Padres y la religión católica. 
    • La lógica aristotélica frente al argumento de autoridad medieval: la imprenta multiplica los puntos de vista y los debates, enriqueciendo el debate intelectual y la comunicación de las ideas. Se ponen de moda los géneros del diálogo y la epístola, todo lo que suponga comunicación de ideas. Se propone la libre interpretación de la Biblia y su traducción a las lenguas vulgares (Lutero) frente a que solo sea interpretada por la Iglesia Católica. 
    • Ginecolatría, alabanza y respeto por la mujer. Por ejemplo, el cuerpo desnudo de la mujer en el arte medieval representaba a Eva y al pecado; para los artistas humanistas del Renacimiento representa el goce epicúreo de la vida, el amor y la belleza (Venus). 
    • Búsqueda de una espiritualidad más humana, interior, (devotio moderna, erasmismo), más libre y directa y menos externa y material. 
    • El reconocimiento de los valores humanos acabando con la Inquisición y el poderío de la Iglesia 

    Teatro culto y de evangelización

    Introducción:


    EL TEATRO CULTO
    El teatro culto se escribía en español y en latín y se practicaba en los colegios de jesuitas en las conmemoraciones y solemnidades. La más importante de estas representaciones fue El triunfo de los santos, celebrada en noviembre de 1578, que alcanzó un éxito extraordinario. Fue parte de los festejos de agradecimiento por el envío de las reliquias que el papa Gregorio XIII donó a la Compañía. Se trata de una tragedia en cinco actos, en castellano, con un prólogo en octavas, publicada en 1579 en la Carta del Padre Morales, enviada al general de la Compañía. Los estudiantes representaron varios coloquios en latín y español y comedias latinas, siempre con gran pompa y solemnidad. Por sus propias limitaciones, pronto decayó este teatro humanístico, concretándose a una función puramente escolar.



    EL TEATRO DE EVANGELIZACIÓN 



    El gusto de los indígenas por las representaciones y mitotes en ocasión de festividades de su culto religioso inspiró a los primeros misioneros la idea de convertir el espectáculo en un vehículo apropiado para iniciar a los naturales en los temas y misterios de la fe católica. La objetividad de la presentación fue un eficaz estímulo para la mentalidad del público preparado para recibirlo y pronto constituyó el medio más seguro para sembrar la doctrina cristiana entre los indios. Los misioneros aprovecharon los escenarios de las representaciones prehispánicas: Teotihuacan, Cholula, Tlaxcala. Empiezan por hacerlas en el interior de los templos, en los atrios de iglesias y conventos, en tablados al aire libre, en las capillas abiertas o en el interior de los colegios. Los actores eran gente del pueblo y de la iglesia, y los papeles femeninos se encargaban a muchachos. Los ribetes de profanidad en que fatalmente se cayó en procesiones y representaciones, fueron reprimidos por el obispo Zumárraga, y se llegó a un acuerdo definido en este sentido en el Tercer Concilio Mexicano de 1585.






    Obras y autores:



    La Orden Franciscana:

    Estos misioneros estaban imbuidos del espíritu renacentista, y recibían influencias intelectuales y humanísticas derivadas de grandes personalidades italianas como Petrarca y Valla, y del español Nebrija.

    Los franciscanos observaron, entre ellos especialmente Pedro de Gante, la inclinación de los indígenas a las representaciones (sagradas), los cantos, los bailes, la ornamentación escénica y la caracterización festiva. Muy pronto se comenzó a utilizar como instrumento catequístico la unión de la imagen plástica con el canto y el baile. A ésta siguió la producción dramática franciscana.

    Se tiene creído en un registro que la primera obra teatral, escrita y representada en 1530 en la capital de Nueva España: la Conversión de San Pablo.

    Otras obras según la redacción cronica de Beatriz Aracil en su libro "El teatro de evangelizacion (1999)" nos dice lo siguiente:

    • "1530. México. Conversión de San Pablo"
    • John Cornyn, introducción a "Tlacahuapahualiztli(Bringing up Children)", p. 316 (se desconoce la fuente original).

    • "1531. México. El diluvio"
 Anales antiguos de México, 1, p. 25.

    • "1533" Cuernavaca. La tentación del demonio.
" Memoria de don Toribio de Sandoval Martín Cortés", en Fernando Horcasitas, El teatro náhuatl, p. 252.

    • 1533. Tlatelolco (México). El juicio final.
Cuauhtlehuanitzin Chimalpahin, Séptima relación, p. 253; Bernardino de Sahagún, Historia, VIII, cap. 2, p. 498; Códice Aubin, p. 63.


    • 1538 (Corpus Christi). Tlaxcala. Adán y Eva; La tentación del Señor; San Jerónimo; San Francisco(""cuadros vivientes"").
Toribio de Benavente, Motolinía. Historia, I, cap. 15, p. 194; Bartolomé de las Casas, Apologética, cap. 64, p. 211; Juan de Torquemada, Monarquía, XVII, cap. 9, vol. 5, pp. 341-343.

    • 1538 (S. Juan). Tlaxcala. Anunciación de la Natividad de San Juan; Anunciación de Nuestra Señora; Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel; Natividad de San Juan.
Toribio de Benavente, Motolinía, Historia, I, cap. 15, pp. 195-196; Bartolomé de las Casas, Apologética, cap. 64, p. 213.

    • Baltazar de Echave Orio (1548-1620): Anunciación (detalle), siglo XVII.
Óleo sobre tela, 253 x 170 cm. Pinacoteca Virreinal de San Diego, il. 15. (Lafaye, 116).
    • 1538 (15 de agosto). Tlaxcala. Asunción de Nuestra Señora.
    • Bartolomé de las Casas, Apologética, cap. 64, pp. 213-214.
    • 1538. México. Juicio final (autor: fray Andrés de Olmos).
Bartolomé de las Casas, Apologética, cap. 64, p. 214; Gerónimo de Mendieta, Historia, V, 1ª parte, cap. 34, p. 648; Juan de Torquemada, Monarquía, XX, cap. 39, vol. 6, p. 245; Agustín de Vetancourt,Teatro mexicano. Menologio, 8 de agosto, p. 83.


    • 1539. Tlaxcala. La caída de nuestros primeros padres ("autor: fray Toribio de Benavente, Motolinía")
Toribio de Benavente, Motolinía, Historia, I, cap. 15, pp. 199-202.
    • 1539 (Corpus Christi). Tlaxcala. La conquista de Jerusalén ("autor: fray Toribio de Benavente, Motolinía"); La tentación del Señor; La predicación de San Francisco a las aves; El sacrificio de Abraham.
Toribio de Benavente, Motolinía, Historia, I, cap. 15, pp. 202-215.

    • 1575 (Corpus Christi). Etla (Oaxaca). El sacrosanto misterio del cuerpo de Cristo nuestro bien (autor: fray Alonso de la Anunciación).
Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, I, cap. 26, p. 168; Agustín Dávila Padilla, Historia, II, cap. 48, p. 514; Francisco de Burgoa, Geográfica, II, cap. 40, pp. 3-4.

    • 1586 (9 de noviembre). Purenchéquaro (Michoacán).San Pedro y San Andrés ("cuadro viviente").
Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, cap. 73, p. 78.

    • 1587 (6 de enero). Tlaxomulco (Jalisco). Adoración de los Reyes Magos.
Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, caps. 78-79, pp. 100-103. 

    • Baltazar de Echave Orio (1548-1620): La adoración de los reyes, finales del siglo XVI. Óleo sobre madera, 245.5 x 155.5 cm. Pinacoteca Virreinal de San Diego. (Lafaye, 119).
    • 1587 (26 de febrero). Tamatzula (Jalisco). Impresión de las llagas de San Francisco ("cuadro viviente").

    • Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, cap. 91, p. 147.
    • 1587 (27 de febrero). Zapotlán (Jalisco). Lucha entre el arcángel San Miguel y Lucifer ("cuadro viviente").
Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, cap. 91, p. 148.

    • Pieza religiosa del siglo XVII: San Miguel Arcángel, colección Franz Mayer. (Florescano, vol. 4: 70).

    • 1587 (27 de febrero). Zapotlán (Jalisco). La asunción de Nuestra Señora.
    • Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, cap. 91, p. 148.

    • 1587 (4 de marzo). Techalutla (Jalisco). Parábola del rico avariento.
Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, p. 152.

    • 1587 (viernes santo). Coyoacán (México). La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Cuauhtlehuanitzin Chimalpahin, Séptima relación, pp. 290-291.

    • 1595. Sinaloa. Coloquio de los pastores.
Carta Annua 1596, en Mariano Cuevas, Historia de la Iglesia, II, p. 413.



    LA POESÍA EPICA

    Es una poesía en la que se narran suceso legendarios o acciones de unos héroes que representa los ideales de todo un pueblo presenta hechos legendarios, elementos imaginarios y que generalmente quiere hacerse pasar por verdaderos o basados en la verdad o lo cierto, o ligados en todo caso a un elemento de la realidad, o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino contada oralmente






    caracteriticas
    • Pueden basarse en hechos verdaderos. 
    • La narración se realiza en pasado. 
    • El narrador puede aparecer en la obra o no. No está siempre presente, como en el género lírico, pero tampoco desaparece por completo, como ocurre en el género dramático. 
    • La forma que se utiliza preferentemente en la obra literaria épica o narrativa, es la prosa o el verso largo (hexámetro, verso alejandrino...) 
    • Tiende a incluir los demás géneros (lírico, dramático, didáctico), razón por la cual suele ser de mayor extensión. 
    • Puede presentar divisiones en su estructura externa tales como capítulos, epígrafes... 
    • Posee las siguientes variantes o subgéneros: epopeya, cantar de gesta, romance, cuento tradicional, mito, leyenda, relato, novela. Cada uno, a su vez, cuenta con diferentes tipologías o clases de textos, especialmente el mito, el cuento tradicional, y la novela. 
    • Puede ser de dos formas: directa e indirecta. 
    • También puede ser de carácter ideológico. 
    • Mezcla lo real con lo fantástico. 
    • Magnificación de la figura del héroe, a través de las hazañas que realiza. 
    • La mayor parte de estos contienen como personaje principal a un héroe.








    sábado, 11 de octubre de 2014

    CRONISTAS Y SUS OBRAS




                                            


    CRISTOBAL COLON

    1492 : Diario de a bordo. Refleja lo vivido por el almirante durante la travesía y contiene una información que no se pensaba hacer pública, ya que iba destinada a su uso privado y también al de los Reyes Católicos. El texto original del Diario de a bordo escrito por Colón se ha perdido. 


                                                          
                                                        Fray Bernardino de Sahún

    1569:  Historia general de las cosas de la Nueva España. La obra de este religioso franciscano fue escrita en el virreinato de Nueva España en 1569 y revisada en 1585. Está escrita en castellano y en náhuatl, y es el resultado de una profunda investigación de la cultura indígena mexicana anterior a la llegada de los españoles. Se trata de un trabajo monumental, repleto de elementos pictográficos e indispensable para el conocimiento de la cultura que se desarrolló en el área de dominio azteca.


                                                           
                                                     Francisco Cervantes de Salazar

    1564:  Crónica de la Nueva España. Humanista y cortesano español, traductor y comentarista de Luis Vives, inquisidor, cronista de la ciudad de México. Publica el Túmulo Imperial (1560) con motivo de las honras fúnebres de Carlos V en México; escribe una incompleta Crónica de la Nueva España (1557-1564), publicada en 1914; su obra más conocida es México en 1554. Tres diálogos en latín, en los que los caballeros Zamora y Zuazo, y Alfaro, cabalgan por la ciudad de México y la describen con minuciosa admiración.


                                        
                                                         Fernando Alvarado Tezozomoc

    1598:  Crónica mexicanaCronista indígena mexicano, nieto de Moctezuma II. Fue intérprete de náhuatl en la Real Audiencia del Virreinato de la Nueva España. Su obra narra los acontecimientos desde la fundación de Tenochtitlan hasta la llegada de los conquistadores españoles. Algunos críticos han señalado la confusión que presenta el texto con respecto a la fecha de algunos acontecimientos, lo que tal vez deba explicarse porque el autor se rige por el calendario azteca en la presentación de los mismos.
    Crónica mexicayotl. Fue escrita en lengua náhuatl. Comprende una genealogía de la nobleza tenochca, testimonios de ancianos indígenas que permiten recoger una visión de la vida cotidiana en el México anterior a la conquista, y relatos relacionados con Tenochtitlán que pueden entenderse como mitos fundacionales.

                                          
                                                                 Thomas Gage
    1648: Viaje por Nueva España. Este inglés visitó Nueva España y dejó constancia de su viaje en su relato  A New Survey of the West-Indies (1648).

                                               
                                                   Fernando Alva Ixtlilxóchitl
    1650: Horribles crueldades de los conquistadores de México y de los indios que los auxiliaron para subyugarlo a la Corona de Castilla. Fernando Alva (1578-1650) fue un historiador y traductor mexicano, descendiente directo del soberano Ixtlilxóchitl II de Texcoco. El virrey español de México le encargó escribir las historias de los pueblos indígenas de México. Algunos de sus manuscritos se guardan todavía inéditos. La obra fue publicada en 1829.


                                          
                                         Juan de Solórzano Pereira
    1680: Recopilación de leyes de los reinos de Indias. Leyes de Indias, conjunto legislativo promulgado por los reyes de España para ser aplicado en las Indias. Las polémicas Leyes Nuevas de 1542 habían sido publicadas en su momento con el título de Leyes y Ordenanzas nuevamente hechas por su Magestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios, pero al poco tiempo fueron derogadas parcialmente. El mayor esfuerzo de clarificación de toda la normativa fue el llevado a cabo por Antonio de León Pinelo y Juan de Solórzano Pereira, que culminó con la publicación en 1680 de la Recopilación de leyes de los reinos de Indias en la que se seleccionaron aquellas que continuaban en vigor. El contenido de la Recopilación de leyes de los reinos de Indias abarcó todos los aspectos relacionados con la vida colonial, incluidos los religiosos.

                                            Fray Diego Durán
    1581: Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. En 1560, comenzó su Historia, que finalizó en 1581. El original contiene numerosas láminas coloreadas que decoran la historia política de los pobladores precolombinos del territorio mexicano. Otros trabajos de Durán, así mismo apoyados en antiguos textos escritos en lengua náhuatl, fueron el Libro de los dioses y ritos, de 1570, y El calendario, de 1579.


                                                    



























    "México en 1554" de Francisco Cervantes de Salazar

    A continuación se te mostraran tres enlaces sobre los tres diálogos de México en 1554. Después una descripción general sobre ellos.

    http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mexico1554/mexF013.pdf
    http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mexico1554/mexF014.pdf
    http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mexico1554/mexF015.pdf

    Primer dialogo "La Universidad de México" 
    El primer diálogo está dedicado a la Universidad de México como estaba en aquel entonces, en 1554. En este diálogo se menciona la primera disposición para fundar la universidad en 1539.
    Don Joaquín García Icazbalceta hace una introuccón a este primer diálogo que es una breve historia de la Universidad de México. Entra a la escena la figura de Fray Bartolomé de las Casas. el cual afirmaba que los indios tenían un alma, es decir que eran seres humanos; cuando por muchos tiempo se negó que la tenían.
    Don Fray Pedro de Agurto, mexicano, más tarde obispo de Zebú, Philipinas; se incorpora al primer claustro, seguido de muchos personajes históricos como profesores, los cuales llenaron la universidad.
    En este diálogo es acerca de La universidad de México que fue gracias al emperador; que aparte de esto, con su ayuda y la del gobierno hizo en todo el mundo cosas muy célebres. Los personajes, Mesa y Guitiérrez, entablan una conversación describiendo los propósitos, el funcionamiento, los encargados, los estudiante y profesores; sin mencionar que, describen la estructura de dicha universidad.
    Creo ver el propósito de la Universidad de México. Durante la colonia, era alfabetizar a los indígenas para integrarlos en la vida cotidiana. Inculcándoles sus valores, sus creencias y sus conocimientos. Lo que no logro comprender es: Si todo esto fue durante la Encomienda, y la Encomienda consistía en mandar españoles a la entonces llamada Nueva España para explotar la Tierra y a los indígenas en especial, ¿Por qué también estaban interesados en educarlos?
    Supongo que su interés se basó en lo que mencioné, integrarlos y difundir la cultura y tradiciones de los Españoles.
    Francisco Cervantes de Salazar, diálogo segundo “Interior de la ciudad de México”, México en 1554.
    Nos encontramos una vez más en el viejo México en 1554, pero esta vez nos introducen tres personajes, Zuzazo y Zamora, los cuales son vecinos; acompañados de Alfaro, un forastero hambriento por saber acerca de México y lo que le ofrecen sus calles.
    Estos personajes nos dan una descrpción corta y concreta de las calle de aquel entonces, sus edificios. Mencionan calles o avenidad importantes hoy en día. Comparan también las calles y casas de España con las de México.
    Describen demasiado “rosa” la ciudad, faltando más historia, más razones por las cuales las calles eran como eran y profundizar más en el tema.
    Francisco Cervantes de Salazar, diálogo tercero “Alrededores de México”, México en 1554
    Los mismos personajes del díalogo segundo forman parte del tercero. Zamora, Zuazo y Alfaro salen después de comer a dar un paseo por tacuba, Av. Hidalgo, Puente  Alvarado y Ribera de San Cosme hasta Tlaxpana, siguiendo el acueducto que mataba en la MAriscala.
    Conforme los tres personajes avanzan en su paseo se encuentran con más cosas qeu ver y apreciar. Admiran las casas de campo que se ecuentran a los lados de la vieja calzada de Tlacopan. Fijan su atención también a los manantiales de exceñemte agua que abastecía la ciudad de México, que se econtraba en chapultepec; cerca de un cerro de donde se veía toda la ciudad desde su cima.
    “Aquí cultivaba Moctezuma árboles como en un jardín: y asimismo más adelante y en la bajada verás por otras partes muchos huertos semejantes, porque los indios preferían las cuestas a los llanos.” dijo Zamora. Aqué se puede apreciar que había restos de cultura indígena en el paisaje. Sin embargo más adelante Zuazo hace referencia a unos escalones donde hacían ritos y a la población indijena las llama “reces”, dejando cierto desprecio en toda descripción hacia sus creencias. Llevando a Alfaro a afirmar que los españoles nos habían liberado y que los indios eran muy afortunados de haber tenido su visita.

    Referencias

    "México en 1554, tres diálogos latinos de Francisco Cervantes de Salazar", [en linea], publicado en linea, editor desconocido, fecha de publicación: ?/?/2001, [citado:11/10/2014.], formato: html, disponible en internet: http://alianzanahuaca.org/2014/06/27/mexico-en-1554-tres-dialogos-latinos-de-francisco-cervantes-de-salazar/ 

    Pérez, M., "México en 1554", [en linea], lugar de publicación desconocida, fecha de publicación: 09/10/2009, [citado: 11/10/2014], formato html, disponible en internet: https://pensamientofilosoficoenmexico.wordpress.com/category/francisco-cervantes-de-salazar/


    Francisco Cervantes de Salazar

     Francisco Cervantes de Salazar nació en Toledo en 1514 y murió en México en 1575, fue un gran escritor español y uno de los padres del humanismo mexicano. Estudió en Salamanca y fue alumno de Luis Vives,  también fue profesor de la Universidad de Osuna en 1546, el después de haber conocido a Hernán Cortés en la corte de Carlos V, se encontraba en Nueva España desde 1551. Fue miembro fundador de la Real y Pontificia Universidad de México, que se inauguró en 1553 y de la que llegó a ser rector en dos ocasiones.
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    A el se le ocurrió escribir un libro titulado “Túmulo Imperial” y gracias a el podemos darnos una idea de como fueron las exequias o ceremonias fúnebres de Carlos V. Carlos V, nacido en el año 1500, fue el soberano más poderoso del mundo occidental en la primera mitad del siglo XVI: fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico además de rey de España, territorio que gobernó con el nombre de Carlos I. Fue un personaje importante para las regiones de América, ya que durante su reinado se llevaron a cabo las conquistas españolas que Hernán Cortés y Francisco Pizarro capitanearon en México y Perú, respectivamente. Después de dos años de haber dejado el trono a su hijo Felipe y la corona imperial a su hermano Fernando, Carlos V murió el 21 de septiembre de 1558. En noviembre del año siguiente, en la capital del virreinato de la Nueva España se realizaron las exequias en su honor, elegantes ceremonias para conmemorar su muerte; como era lo acostumbrado, se incluyeron manifestaciones artísticas de diversa índole: arquitectura, escultura, pintura, literatura y música; todas ellas dedicadas a Carlos V y centradas simbólicamente en el túmulo o mausoleo fúnebre que se construyó en su honor.

    Sus Obras se publicaron en Alcalá en 1546, con una dedicatoria a Hernán Cortés. En ellas se encuentran la continuación del Diálogo de la dignidad del hombre de Fernán Pérez de Oliva, el Labricio Portundo (Apólogo de la ociosidad y el trabajo) de Luis Mexía, glosado y moralizado y la Introducción y camino para la sabiduría de Juan Luis Vives, ampliada y comentada. Además, compuso una Crónica de la Nueva España de un gran valor antropológico por sus datos sobre las culturas indígenas y su valor histórico, ofreciendo informaciones sobre la conquista de Hernán Cortés, al que conoció personalmente; se inspiró para ello en las Cartas de relación del mismo y en la Historia general de las Indias de López de Gómara. Escribió igualmente el Túmulo imperial de la gran ciudad de México, en que se refieren las ceremonias acaecidas en México dedicadas en memoria de Carlos V. En 2002 José Luis Madrigal le atribuyó la autoría del Lazarillo de Tormes, si bien parece haber sido descartada definitivamente en estudios posteriores.


    Referencias.

    Islas, A., "Francisco Cervantes de Salazar"[en linea], lugar de publicacion desconocida, editor: Ángel Islas Montaño, fecha de publicación: 14 de mayo de 2009,[citado:11/10/14],formato html, disponible en internet:http://pensamientofilosoficoenmexico.wordpress.com/2009/05/14/1362/